jueves, junio 29, 2006

Dame alas

Más que nunca, ahora, dame alas.

La brisa nocturna me llama, a través de la ventana abierta, arrastrándome suavemente, llamándome, susurrándome a traves de la noche, pidiéndome que no mire atrás, que salte sin pensar.

Pero no voy a saltar sin alas, que me lleven hasta tu ventana. Y en el alfeizar se posa temerosa mi esperanza, intentando escapar, ir más allá. Las farolas se pierden y las estrellas no vienen, oscuridad, una noche más.

Es cuestión de tiempo, ya puedo sentir como se abren en mi espalda, como me dan libertad, capacidad de huir. Pero no serán blancas, no, pues arrastrarán el color carmesí y, al volar, gota a gota, atrás quedará mi rastro de dolor.

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