domingo, junio 25, 2006

Libertad es control

Tenía en el frigorífico una longaniza de chorizo pendiente de ser encetada y yo, ansioso de testar su picante sabor aproveché para, junto con algo de pan, convertirla en entrante (más bien saliente) de la tortilla que me ha servido de cena en el día de hoy. Craso error.

Sin embargo como me considero un caballero no voy a dar pie a mi molestia prima en este momento, mi sistema gastrointestinal, sino que cederé el lugar a otro affair igual de molesto aunque ahora se encuentre relegado a un segundo plano.

Me refiero a la mayor de las dolencias del estado de bienestar: simular libertad para ejercer el control de los ciudadanos. ¡OJO! Pueden respirar tranquilos. Han leído correctamente, he dicho "estado de bienestar", pero no trataré sobre política, intentaré mantener este blog libre de dicha pantomima mientras mis adormiladas neuronas me lo permitan.

La heroína no fue la única droga que eclosionó con increíble fuerza en la sociedad "civilizada" durante la extinta década de los 90 que yo viví como ingenuo infante desde una perspectiva de tercera persona. Otro narcótico fue distribuido masivamente entre los ciudadanos de este y otros países: la mentira.

¿He dicho mentira? Perdón, quería decir televisión, ese medio de tele¿comunicación? unidireccional. Perdonenme por utilizar las marcas interrogativas por tercera vez en este párrafo pero me surge una duda ¿cómo se ejerce el acto de comunicarse en una sola dirección?

Sin duda debe tratarse otra de esas veladas mentiras para controlarnos, como ese falso concepto de libertad que nos imbuyen constantemente desde los mass media entretejiéndolo con conceptos como democracia, justicia, y demás.

¿Somos libres? Y, cuidado, no me refiero al sentido totalmente anárquico de libertad, me refiero al, si se me permite, realmente anárquico (vista la anarquía como esa utopía que imaginaron soñadores como Reclus) concepto de libertad. No pretendo sentirme libre meándome en la puerta de mi vecino, lamento la grosería. La libertad que pretendo es la de poder hacer lo que me pida mi bienintencionada mente en cualquier momento.

Pretendo que, si mañana me apetece coger una mochila, llenarla de cualquier cosa menos chorizo, y lanzarme a andar conociendo parajes, enriqueciendo mente y espíritu en soñadora vida bohemia para el mes siguiente pasármelo contemplando las nubes.

Sin embargo siempre existirán yugos, no sólo me refiero a los yugos económicos y sociales que a día de hoy nos atenazan. Incluso, libre de estos, ¿podría vivir con total libertad? Lo dudo, siempre existirían yugos físicos.

Es por ello que la moderna sociedad actual ha optado por autoengañarse, inyectarnos falsa libertad en vena, de esta manera no seremos conscientes de nuestros yugos, de nuestras limitaciones, y seremos más productivos manteniendo engrasada la maquinaria.

Lo que me sienta mal no es verme obligado a ser una parte más de la maquinaria, lo que me sienta mal es que se nos drogue indiscriminadamente, suponiendonos a todos incapaces de asumir la realidad.

Por suerte ya hemos superado el ecuador de una nueva década (la 00, por mal que suene), Internet se impone con paso firme y nos permite a cualquiera expresar lo que vemos en un torrente de sobreinformación que nos permite evaluar la realidad desde cientos de puntos de vista que crean una visión global más fiel al conjunto ¿o una nueva y todavía más sofisticada cortina de humo?

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