miércoles, marzo 29, 2006

Obsesión y desesperación

ADVERTENCIA: Las autoridades sanitarias advierten que el 90% de este texto es un bodrio-reflexión sobre videojuegos (como la entrada anterior). Si no te interesa lo más mínimo puedes bajar directamente hasta la segunda imagen y leer lo que hay despues que es un texto pasteloso-romántico. Si tampoco te interesa presiona ALT+F4. Gracias.

¡Ya llegó!

Muchos creyentes se han reconvertido a la religión de Betheseda tras la llegada a las estanterías de todo el mundo del esperadísimo "The Elder Scrolls IV: Oblivion". Las webs especializadas proveen de cafeína a sus analistas para que jueguen el tiempo mínimo necesario para hacer un repaso al juego y dar una nota que nunca bajará del 9, 90% o el equivalente según el sistema de puntuación.

Los foros rebosan de jugadores de XBox 360 y PC excitados, incluso se calcula que dentro de nueve meses se producirán menos neonatos debido a la fiebre que ha producido este juego. Está claro, el juego es la ostia pero... ¡¡Cuesta la friolera de unos 50€ en su versión más barata (PC)!!



Y claro, aquí un servidor es estudiante, no trabaja, continúa siendo un lactante económicamente hablando. No quiero justificar la piratería pero si mi sentido común no me lo impidiería a día de hoy gastaría más dinero en mis vicios que en mi propio sustento, pero... ¿estamos locos o qué? Eso sin tener en cuenta que para disfrutar de esta magna obra de arte hace falta o una Xbox 360 o una tarjeta gráfica de última generación (lo cual supone otro desembolso).

Tras mis reflexiones y lloriqueo de rigor os diré porque ansío este juego.

1) Todo el mundo habla bien de él. Y todo el mundo no puede estar equivocado, quizás lo esté, pero aunque lo esté ¿qué diablos importa? ¿Cómo narices voy a dármela luego de semientendido en videojuegos sin haber jugado a este juego?

2) El hype generado. Este término, que en español vendría a ser lo que todos conocemos como "expectación", se suele aplicar para aquellos productos (en nuestro país sobretodo videojuegos, ámbito muy dado a utilizar términos anglosajones), cuando estos van a salir y todo el mundo está deseando que salga y atentos a su desarrollo. Sin embargo este hype se ha dado en mi persona tras el lanzamiento del mismo, mientras todos aquellos que ahora mismo lo juegan alaban sus virtudes.

3) Obviamente todo lo que en teoría ofrece este juego. Gráficos de impresión que yo no podré disfrutar en su máximo esplendor debido a una tarjeta gráfica de esas que envejecen a una velocidad de vértigo. Un vasto mundo recreado al más mínimo detalle. Un sistema de juego avalado por tres predecesores que componen la saga por excelencia del rol en primera persona. Y demás virtudes que no quiero seguir listando por razones obvias.

Finalmente me encuentro ante el dilema: pedir en las calles o rascar hasta el último bolsillo de mi armario frente a recurrir al amigo BitTorrent en ese acto tabú de vil delincuencia y descargarme más de 4GB a esas grandes velocidades que ONO nos ofrece a los usuarios del P2P arriesgándome además a que el juego luego no me funcione y no tenga nadie a quien gritar por teléfono.

Sólo la providencia y vuestra generosidad determinará la solución. Todos aquellos que se sientan generosos pueden dejar un comentario indicando su deseo de donar la cantidad necesaria para que pueda adquirir el juego o al menos parte de ella. Sí, se o creo saber que a muchos os sobra el dinero y podeis darselo a un chaval que aun no ha llegado a la veintena para que emplee su tiempo de ocio de forma improductiva, lo cual os agradecería.



Tras este bodrio-reflexión os dejo con el texto pasteloso-romántico escrito al principio y dedicado a mi amiga Marta, con motivo de firmarla en su espacio de MSN (que, como la mayoría de estos engendros promocionados por Microsoft, luce colores "vistosos" y demás deleites visuales, sin ánimo de ofender ).


Borrones. Tachones que ensucian cientos de hojas arrugadas en una papelera. Buscando esas palabras, lírica que escapa al parnaso, capaces de describir tu mirada.

Tímida mano, que se desliza alocadamente al ritmo del corazón, temerosa de fallar, de no acertar, de que no ser fiel a la verdad.

Demasiado meloso, en exceso empalagoso, sin sentido, falso, hipócrita, finalmente imposible, soy incapaz de describir esos ojos, tan sólo de imaginarmelos.

Busco una mirada perfecta, mas la utopía siempre ha sido mentirosa y aburrida. Desisto, soy incapaz, si una cosa se, es como intento corresponder tan preciado regalo que me concedes con tus pupilas. Sinceridad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿He leido obsesión?

Juan "Mapashe" Soria





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