Nineteen in an ongoing life
Hoy cumplo mi décimo noveno año de vida. Así es, hace diecinueve años, un día como hoy, el cual dicen los anales fue bastante caluroso, conseguí escapar de la matriz materna con el cordón umbilical de bufanda y unos azotes en el culo como bienvenida.
Ahora que echo de menos el líquido amniótico entiendo el significado de esos azotes que nos da un señor de blanco desconocido nada más desconectarnos de Matrix. ¿Membranas en la garganta que no nos dejan respirar? ¡Los huevos! Esos azotes son la primera lección de humildad. "Chavalote, esto va a ser tu vida, te van a dar por todos lados y muchas veces en el culete, te va a doler y no vas a saber ni de dónde te vienen pero así es la vida".
Si algo me gusta de mi cumpleaños, a parte de la consecuente celebración apadrinada por Baco y de los cada vez más escasos regalos, es esa ñoñería de sentirse especial. Sí, vale, quizás sea un puto maricón con sentimientos, pero me encanta que me feliciten y que, por un día, la gente se acuerde de mí.
También, como todos sabemos, las felicitaciones en los cumpleaños muchas veces hacen las veces de amistadmómetro en el que vemos quien realmente se acuerda de esa fecha especial, sin embargo, yo soy el típico cabeza volátil que no recuerda nombres y fechas por lo que no suelo tener muy en cuenta que no se acuerden de mi cumpleaños. Lo que realmente me emociona no es ver mi móvil sonando a las 00.01, lo que realmente me emociona es lo que oiga a través del auricular, lea en la pantalita, el abrazo al verme, el beso al encontrarme.
Una felicitación que espero que sea acorde al resto del año, más que una felicitación efusiva, recargada y sobrada en cumplidos. No espero que esa persona a la que digo "hola y adiós" me felicite más allá del "quedar bien", es más, me aterraría ver como un conocido se excede de lo formalmente correcto. "Maaaalo" - pensaría - "este quiere algo de mí, quita bicho"
Sin más dilación agradeceros a todos aquellos que me habéis acompañado este último año, en especial a aquellos pocos que se que seguirán a mi lado la próxima vez, eso sí, una cosa debéis agradecerme, bueno, más bien se la debéis agradecer a mi madre: el haberme dado a luz un 30 de abril; día sencillo de memorizar por ser el último de este mes, así, cuando las futures generacioens tengan que estudiar esta fecha para sus exámenes de historia, les será más sencillo recordarla. ;)
4 comentarios:
Je, feliz cumple.
El mío es el martes, pero yo cumplo 30!
xipi...vaya cumple, lo que nos quieren verdad?? ains...
Felí cumpleañó :D
PD: Te robo la foto del huevo sangrante, es cojonuda :D
el mio es mas facil de recordar, 31 de enero: ultimo dia del primer mes :D
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